"Soy hijo de un carpintero, de una madre que hacía aseo en casa de
vecinos y nieto de un abuelo analfabeto. Pero ¿cuál es la relación
de ello con mi vida en las montañas? pues creo que de ellos aprendí
el valor de la resiliencia, del esfuerzo y de apreciar la libertad y
lo simple. Recuerdo vívidamente las carencias materiales que tuve en
mi infancia, pero hubo dos cosas que jamás me faltaron: amor de
familia y naturaleza. Gracias a ello hoy soy quien soy.
Nací y crecí en un pequeño pueblo rural, tan pequeño que montado en
la bicicleta o en el caballo podía recorrer de punta a punta en tan
solo 20 minutos. Pero estábamos rodeados de un cordón de cerros pre
cordilleranos. Subir cerros durante mi infancia era una actividad
familiar habitual, en ese entonces no sabía que subir montañas era
algo, subíamos al cerro simplemente porque estaba ahí. Muchos años
después, leyendo un libro de montaña me encontré con la frase de
George Mallory: “Porque están ahí” en respuesta a la pregunta del
porque escalaba montañas. Subir esas pequeñas colinas de mi hogar
era un pasatiempo, sin complicaciones, ni pretensiones, simplemente
porque los cerros estaban ahí. Todo cambio cuando salí del colegio a
los 18 años y dejé el campo para ir a estudiar a la gran ciudad,
recién ahí descubrí la escalada como tal, me entere que subir
montañas era algo más, que había quienes vivían de eso y lo hacían a
tiempo completo. Ese hecho me explotó la cabeza y el corazón, lo que
le dio un giro de 180 grados a mi vida, por primera vez había
encontrado un propósito. Así de importante fue descubrir este mundo,
porque durante toda mi época escolar me sentí inútil, que no
pertenecía porque se me juzgaba y evaluaba por cosas ajenas a mi
naturaleza.
📸 Machu
Tengo una fascinación por la historia del montañismo, de la
escalada, del alpinismo y la exploración, por lo cual cada una de
mis aventuras comienza investigando la historia de la montaña que
quiero ascender. Me inspiran enormemente quienes fueron antes que
yo, y si la montaña no tiene ascensos despierta en mí una gran
curiosidad por ascenderla y con ello hacer mi humilde aporte a la
historia. Para mí la forma y el estilo de ascender una montaña es
igual de importante que alcanzar su cumbre. No voy a mentir, soy
“cabeza de cumbre”, es decir, quiero alcanzar la cumbre, pero no a
todo costo. Por ello la frase de Yvon Chouinard “como escalas la
montaña es más importante que alcanzar la cumbre” se ha transformado
en un mantra.
Por muchos años me dediqué exclusivamente a la escalada. La escalada
en roca me regalo hermosos valores, pero en algún momento sentí la
necesidad de explorar las montañas de otra manera, así que comencé a
correr, el trail running me engancho inmediatamente. Pero luego
quería ir más allá, por lo que me introduje en el mountain running,
correr en montañas más técnicas. Me motiva la exploración local,
elegir proyectos que me provoquen algo especial, no busco
necesariamente grandes montañas ni ascensos super técnicos, me
motiva encontrar montañas olvidadas, desprotegidas, amenazadas. Me
gusta ir solo, rápido y liviano. Los ascensos en solitario me han
permitido conocerme mejor, e ir sin ningún tipo de ayuda o soporte
externo, buscando con ello minimizar mi impacto y encontrar cierta
pureza. Me gusta ir sin campamentos y contar el tiempo total del
ascenso y descenso. “El cronómetro se detiene en casa”.
Hoy divido mi tiempo como deportista, guía de montaña, y en mi
taller dibujando y trabajando la madera.
Y últimamente en un sueño que me tiene muy feliz y entusiasmado, una
idea con la que busco dar algo a cambio y a la vez ser un aporte en
la problemática de los accidentes en la montaña a travez de mi
proyecto SAFE TRAILS FUN TRAILS.
He creado este sitio web porque me encanta escribir. Las redes
sociales son entretenidas y útiles, pero muy efímeras. En cambio
aquí puedo compartir relatos más extensos y honestos que quizás te
puedan inspirar. Así mismo, quiero aprovechar esta plataforma para
compartir mi pasión por la conservación, ya que creo que quienes nos
dedicamos profesionalmente al deporte en entornos naturales tenemos
el deber y la responsabilidad por proteger, defender y educar. Es
por ello que llevo la educación ambiental siempre conmigo, en mi
trabajo como guía y como embajador de la Fundación Glaciares
Chilenos.
Gracias a mi familia, a la naturaleza y a mis sponsors.